La fotografía documental tiene una función muy importante en la sociedad, ya que es capaz de transmitir una realidad determinada en un momento concreto. La imagen es capaz de contar una historia y de transmitir emociones que ninguna otra forma de comunicación puede conseguir.
El nacimiento de la fotografía documental se sitúa a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En este momento, el interés por la documentación y la representación de la realidad se encontraba en pleno auge. La fotografía se convirtió en una herramienta muy útil y eficaz para este propósito debido a la tecnología que permitía la reproducción de imágenes en masa y con gran calidad. Esto permitió que se pudiera preservar la memoria histórica de una sociedad y que esta se pudiera transmitir de generación en generación.
Hoy en día, la fotografía documental sigue siendo un género importante de la fotografía. Muchos fotógrafos utilizan este género para documentar el mundo que les rodea, ya sea a través de proyectos personales o para medios de comunicación. Hay numerosos temas y ámbitos que se abordan en la fotografía documental, incluyendo conflictos armados, desastres naturales, cuestiones sociales y políticas, y la vida cotidiana.
La fotografía documental ha tenido un gran impacto en la sociedad a lo largo de la historia. Se ha utilizado para mostrar las desigualdades sociales y económicas, para denunciar violaciones de derechos humanos y para dar visibilidad a problemas que de otra manera se pasarían por alto. También ha sido fundamental para preservar la memoria histórica de distintas sociedades y culturas.
Un ejemplo de cómo la fotografía documental ha tenido un gran impacto en la sociedad es a través de la obra de Dorothea Lange. Durante la Gran Depresión en Estados Unidos, Lange documentó la situación de los trabajadores migrantes y los campesinos pobres. Sus imágenes fueron muy importantes para mostrar la difícil situación por la que estaban pasando estas personas y para concienciar a la sociedad de la necesidad de tomar medidas para mejorar su situación.
El papel del fotógrafo en la fotografía documental es fundamental. El fotógrafo debe ser capaz de captar la realidad de una forma objetiva y veraz, sin manipular ni tergiversar la realidad. También debe ser capaz de transmitir las emociones y sentimientos que se experimentan en un momento determinado.
En este sentido, la fotografía documental se diferencia de otros géneros fotográficos en que el fotógrafo no tiene tanto control sobre lo que está sucediendo en el momento de la toma. No es posible planificar previamente todos los aspectos de una situación determinada. Por lo tanto, el fotógrafo debe estar preparado para captar la realidad en el momento en que se presenta, sin intervenir ni influir en ella.
En definitiva, la fotografía documental es una herramienta clave para preservar la memoria histórica de una sociedad y para transmitirla de generación en generación. A través de la fotografía documental se pueden mostrar los distintos ámbitos de la sociedad y poner de relieve aquellos problemas que se están viviendo y que deben ser abordados. Además, la fotografía documental tiene la capacidad de transmitir emociones y sentimientos, permitiendo al espectador sumergirse en la situación que se está mostrando. En este sentido, el papel del fotógrafo es fundamental para captar la realidad de una forma objetiva y veraz y para transmitir las emociones y sentimientos que se experimentan en un momento determinado.